Sunday, July 29, 2012

NIÑEZ: LA ARQUITECTURA DE NUESTRO DESARROLLO


Todo arquitecto sabe la importancia de establecer buenos cimientos al desarrollar una estructura.  Sin buenos cimientos las estructuras acaban inestables y con el tiempo inhabitables.  Vivimos una realidad social que parece ser cada día más precaria e inestable, pero si desarrollamos buenos cimientos en nuestra sociedad podemos encontrar una solución.

Los cimientos del desarrollo social se establecen en nuestros primeros años de vida--mucho antes de que comencemos la escuela.  Muchas de las destrezas fundamentales que contribuyen a una sociedad próspera y pacífica se inculcan antes de que los niños aprendan a hablar.  Las investigaciones sobre este tema son claras: los niños que no son criados en ambientes de cariño, estímulo y cuidado adecuado son mucho más propensos al fracaso escolar, desempleo, delincuencia y violencia.  Por esa razón es fundamental establecer políticas y programas para cultivar los ambientes que nuestros niños necesitan para prosperar.

En Puerto Rico llevamos décadas invirtiendo más en programas correccionales en vez de invertir en los programas que nuestros niños necesitan.  Los resultados han sido nefastos.  Puerto Rico cuenta con el porciento de niños prematuros más alto del mundo-seguido por los países de África-poniendo en riesgo la vida y el desarrollo del 19% de los niños.  Además, el 10% de niños fracasa en el primer grado demostrando que no tienen las destrezas básicas para ser exitosos en la escuela.  Para ser una sociedad estable y próspera necesitamos asegurarles a nuestros niños las destrezas básicas como el auto control y desarrollo de vocabulario que se inculcan desde los primero meses de vida.

Recientemente la Administración de Obama lanzó la competencia Race to the Top Early Learning en la que invertirá $500 millones en las jurisdicciones más comprometidas a mejorar la calidad de los servicios para nuestros niños y sus familias.  Existen 69 programas federales adicionales que también financian programas para nuestros pequeños.   El dinero no debe ser un obstáculo en la creación de proyectos que favorezcan el desarrollo óptimo de la niñez en Puerto Rico.  Lo que necesitamos es voluntad, conocimiento, creatividad y dedicación.